jueves, 21 de abril de 2016

El mundo corporativo y el mundo emprendedor: ¿una competencia o un diálogo?

Marta Cruz, Co-fundadora de www.nxtplabs.com

A simple vista, el mundo corporativo y el mundo emprendedor parecerían tener más diferencias que coincidencias. Mientras las grandes corporaciones suelen tener un largo historial en el mercado, una estructura robusta, ordenada, con muchos procesos establecidos y escalabilidad al alcance de la mano, la mayoría de las startups suelen ser muy jóvenes, tener equipos pequeños y flexibles, poco posicionamiento en el mercado, procesos que se van construyendo sobre la marcha e innovación como parte de su ADN.

Es justamente en el área de innovación donde startups y corporaciones poseen un campo fértil para interactuar, conectarse y  hacer que esas diferencias se conviertan un gran potencial para complementarse, dialogar y salir mutuamente beneficiados.


Es aquí donde entra en juego el concepto de “Open innovation” o “innovación abierta”, es decir el proceso de ir a buscar innovación por fuera de la estructura de la compañía o incluso ir a conseguirla a otras industrias.

Durante mucho tiempo esta práctica estuvo muy lejos de ser algo común en las grandes corporaciones. De hecho resultaba casi un tabú debido a que las compañías se sentían temerosas de abrir sus compañías y exponer sus objetivos, metas, y datos sensibles.

Pero cuando las grandes empresas confirmaron una y otra vez que -por sus propias características estructurales-   innovar “desde adentro” era un proceso lento, costoso y muchas veces propenso al fracaso, la asociación con  startups comenzó a verse como algo posible y deseable.

En mercados como el de Estados Unidos la “Open Innovation” ya es una estrategia habitual entre las corporaciones. De hecho, según una encuesta encargada por Nine Sigma el 79% de los ejecutivos de empresas con ingresos mayores a los 1.000 millones de dólares afirman que sus empresas ya reciben innovación desde otras industrias y que la inversión para crear proyectos de innovación en  conjunto con empresas externas seguirá creciendo en los próximos años.

El campo FinTech es un ejemplo palpable de esta colaboración exitosa entre corporaciones y startups tecnológicas. Aunque todavía es necesario seguir cambiando la cultura organizacional de las corporaciones de la industria bancaria y financiera, esta asociación parece imparable.

Una prueba de ello es que desde agosto 2015, 13 instituciones financieras mundiales como BBVA, Goldman Sachs, American Express, Visa, MasterCard, Santander y otros invirtieron por la primera vez en startups innovadoras basadas en tecnología disruptiva como criptomonedas (bitcoin) y blockchain.

Otro indicador de esta tendencia  es la creación de espacios de “co-innovación”, donde las corporaciones exponen sus necesidades y las startups proponen soluciones innovadoras a esos problemas con una agilidad que sería imposible de conseguir para las grandes estructuras de las corporaciones.

Algunos ejemplos son el FinTech Innovation Lab que tiene programas en Europa y en Asia, programas corporativos como BBVA Open Talent, Santander InnoVentures y muchos otros.

En el mercado local se destaca el Programa de Aceleración FinTech de NXTP labs, que este año tendrá  su segunda edición. En 2015 el programa  logró  conectar  más de 400 emprendedores, empresas, inversores y gerentes de la industria financiera en un marco de innovación y crecimiento.

En uno de los paneles  del año pasado, fue fascinante escuchar el caso de integración entre un banco local (BIND) y una startup (Poincenot) que fue sumamente exitoso para todas las partes involucradas. Este caso ilustra muy bien como una institución financiera dispuesta a innovar encontró en una startup la agilidad necesaria para proveer en muy poco tiempo las aplicaciones tecnológicas que sus clientes requerían (el caso completo)

Esto me lleva a la pregunta que me llevó a escribir este artículo ¿competencia o diálogo? y también agregaría, ¿amenaza u oportunidad para ambas partes? Está muy claro que, por lo menos en el terreno de Fintech la interacción y el entendimiento entre startups y corporaciones es un proceso inevitable, necesario y que está produciendo cambios inéditos en la industria, que llevarán la innovación a límites nunca antes imaginados.